DoFemCo en el #DesembarcoFeminista de Bilbao
El 10 de mayo de 2025 desembarcamos en Bilbao varias asociaciones feministas procedentes de todo el estado para apoyar una iniciativa de la agrupación vasca BerdinHezi, recientemente creada, integrada por mujeres procedentes del ámbito educativo, sanitario y social. Nuestro objetivo era plantarnos en el centro de Bilbao y hacer oír nuestra voz, la de las feministas radicales abolicionistas, en respuesta a la celebración del I Congreso Internacional de Naizen, apoyado y financiado por el Gobierno Vasco y Osakidetza, donde, con todo el aparato institucional a su favor y amplia financiación con dinero público, defendían la hormonación y las intervenciones quirúrgicas de menores y jóvenes sanos, en nombre de la llamada “identidad de género”, una creencia anticientífica.
DoFemCo acudió, como no podía ser menos, porque, como detallamos en La Coeducación Secuestrada, la educación es el primer objetivo de la agenda transactivista, y la escuela, el lugar donde esta agenda busca ejercer la influencia más poderosa sobre el grupo diana de su experimento: la infancia y juventud.
Estuvimos a pie de calle, en el acto de la mañana, en la Pérgola del Parque de Doña Casilda, junto a todas las compañeras asistentes, protegidas por una patrulla de la Ertzaintza y dos furgones antidisturbios de un grupo numeroso de hombres que se hacían llamar “transfeministas”. Nos gritaban, pitaban e insultaban constantemente mientras hacían gestos obscenos marcando sus genitales, porque querían intimidarnos, y porque no querían que la gente que pasaba escuchara nuestra denuncia.
No quieren que se sepa que se están destruyendo los derechos de las niñas, niños y adolescentes, igual que se está haciendo con los de las mujeres, las cuales, por cierto, en el grupo transactivista, estaban físicamente situadas en los márgenes, mientras ellos ocupaban el centro de su pancarta, de su fiesta y de su soez performance. Hicieron ruido, pero las fuerzas de seguridad los mantuvieron a una distancia suficiente y no lograron su objetivo: callarnos.
Las docentes feministas alzamos nuestra voz con fuerza y asertividad, contando lo que pasa en las aulas con la infancia, la especial vulnerabilidad de las niñas y adolescentes ante la agenda transgenerista, la alegalidad de la invasión de sus espacios íntimos, como aseos y vestuarios, por los chicos. Nos gritaban “fascistas” y seguían con los pitidos, pero con ello no lograron silenciar nuestro discurso, porque el ruido jamás fue un argumento.
Las docentes de Dofemco estuvimos también en el acto de la tarde, en el Ilustre Colegio de Abogacía, ante un público que casi llenaba la sala y una fila cero totalmente vacía, dejando patente el abandono, la indiferencia y el silencio institucional y político ante las únicas voces que estamos tratando de proteger a la infancia de esta agenda criminal. Aportamos lo que siempre hacemos: información veraz, contrastada, datos, herramientas educativas e invitación al pensamiento crítico.
Dejamos claro que la educación, el currículum, las formaciones a alumnado, profesorado y familias, y las mismas leyes y protocolos educativos no deben jamás basarse en sentimientos, subjetividades o en conceptos como el supuesto “amor”, tan nombrado en el congreso de Naizen, sino en el rigor científico y la cualificación académica. Que las guías educativas dirigidas a la sexualidad de las niñas, pagadas con dinero público, jamás deberían tratar de otra cosa distinta a la sexualidad de las niñas. Que el lenguaje debe nombrar a las niñas y no ocultarlas bajo equis, arrobas o sufijos en -e. Que debemos seguir reivindicando a las mujeres en el currículum sin suplantarlas por identidades trans inventadas. Que los derechos de las niñas deben, no sólo garantizarse, sino simplemente aparecer en los protocolos, donde han sido sustituidos por los de las “personas trans” o “no binarias”.
Asistimos, finalmente, a una magnífica exposición de todas las compañeras allí presentes, y a unas mujeres, entre el público, enormemente interesadas, que nos dejaron testimonios inolvidables, conmovedores y esperanzadores también.
Fue un primer desembarco feminista en Euskal Herria pero no será el último. Tuvo mucho más impacto del que pueda parecer, a pesar de la torticera cobertura informativa del único medio que nos grabó, Euskal Telebista, y tendrá un efecto imparable, porque la verdad, el rigor científico, el sentido común, el compromiso y la necesidad de proteger a la infancia, representados por las voces de las feministas, prevalecerán por encima de la violencia de quienes tan gráfica y abiertamente se ha retratado por sí solos.