Cuenta atrás para la Ley Trans

En el artículo Cuenta atrás para la Ley Trans publicado en Cuadernos de Pedagogía el 24 de noviembre de 2022, la presidenta de la fundación Arelas, un activista trans, una portavoz de Dofemco y una madre de la asociación Amanda relatan sus experiencias y opinan del proyecto de Ley Trans.

Reproducimos aquí la opinión de nuestra compañera Araceli Muñoz, de DoFemCo.


«Ideas anticientíficas y sexistas»

«Las charlas y talleres sobre el tema trans que se están dando al alumnado en los centros desde la etapa de infantil en adelante, promueven la falsa idea de que el sexo se puede cambiar, de que se puede haber nacido en un cuerpo equivocado y de que hay cerebros de chicos y cerebros de chicas», expone Araceli Muñoz, doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid y una de las portavoces de Docentes Feministas por la Coeducación (Dofemco). Recientemente ha publicado un libro junto a otras tres autoras que lleva por título «La coeducación secuestrada: crítica feminista a la penetración de las ideas transgeneristas en la educación». Lo definen como un libro incómodo y polémico que rompe con el relato oficial de identidad de género. No rehúyen la polémica y en él abordan los protocolos y normas trans puestas en marcha en distintas comunidades autónomas.

«Se trata de contenidos basados en creencias anticientíficas y doctrinales que nada tienen que ver con las necesidades del alumnado», afirma Muñoz, que ya abordó el pasado año, con ejemplos, el tema en una rueda de prensa. «El profesorado, siguiendo los protocolos educativos derivados de la legislación trans sólo puede acatar dichos contenidos sin ninguna crítica por muy fundamentada que esté y afirmar la autoidentificación sexual del alumnado, que es uno de los principales objetivos de estas leyes. No hacerlo se podría considerar transfobia y está tipificado como un delito de odio», considera.

En el caso de las familias, apunta Muñoz, el proyecto de ley «agrava su indefensión porque los padres y madres que no apoyen la identidad de género de sus criaturas pueden perder su custodia al considerarse abuso infantil no afirmarles como trans al margen de las razones contrarias a esta decisión que pueda argumentar la familia».

Estas leyes «ignoran» las opiniones de profesionales de la medicina, la psicología o de la educación, «que alertamos sobre su peligro», critica, para denunciar que no están siendo escuchadas ni por las instituciones ni por el gobierno. «Actualmente, con las leyes autonómicas, la formación que se le da al profesorado es para que se limite a asentir sobre la transición social del alumnado cambiando su nombre y los pronombres que le designan, informando a los padres en el caso de menores de edad y, sobre todo, nunca expresando duda, reflexión o crítica sobre el proceso, so pena de ser acusado de tránsfobo y recibir la consiguiente amonestación que, de aprobarse el proyecto de ley estatal, se podrían convertir en una sanción grave», indica la autora, que defiende la Coeducación como una práctica educativa cuyo objetivo es conseguir eliminar la subvaloración social que sufren las niñas y mujeres por razón de su sexo y que se centra en cambiar la visión androcéntrica del mundo para dar a las mujeres su lugar en la historia de la humanidad y eliminar los estereotipos sexistas representados por el género.

La autora de la «Coeducación secuestrada» opina que la formación que imparten en esos talleres promueve ideas anticientíficas y «profundamente sexistas», que sugieren que «aquellas niñas, niños y adolescentes que se expresan con libertad y sin encajar en los estereotipos de género más rancios, como por ejemplo, niñas a las que no les gusta llevar vestidos o niños a los que les gusta jugar con muñecas, habitan en cuerpos equivocados, es decir, son trans y se deben de abrir protocolos de transexualidad sobre ellas y ellos». La portavoz de Dofemco concluye que lo que se constata desde las aulas en relación al alumnado que se declara trans, «no es madurez ni situación estable, es una gran confusión sobre si mismos, ansiedad y distintas comorbilidades que precisan de apoyo y acompañamiento psicológico y, sobre todo, mucha prudencia y espera paciente antes de tomar medidas de mayor calado».


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