Coeducación, apuesta por la libertad, de Marina Subirats
Lectura imprescindible de Marina Subirats. Es la referente más relevante en materia de coeducación desde una perspectiva feminista. Sus aportaciones han contribuido a los cambios que se han ido produciendo en los últimos años en el sistema educativo y a la toma de conciencia en la necesidad de reciclarnos y cuestionarnos modelos educativos obsoletos. Una mirada violeta cuya finalidad es un nuevo modelo educativo y cultural en el que desaparezca el género “como normas diferenciadas que prescriben hábitos y comportamientos diferentes según se haya nacido hombre o mujer”.
Comienza un recorrido histórico, unos cuantos siglos atrás en los que no se hablaba de coeducación ni de igualdad, porque se partía de la creencia de un destino o designio divino marcado desde nuestro nacimiento en las mujeres consistente en ser esposa y madre, para lo cual no era necesario saber leer o escribir. Se desaconsejaba cualquier tipo de saber que “podía perjudicar el útero y embarazos”
Es a finales del siglo XVIII cuando aparecen las primeras escuelas de niñas segregadas que se mantienen durante todo el siglo XIX y parte del XX. El currículo de los niños era más complejo, podían estudiar aritmética, geometría, historia y geografía, el de las niñas era muy sencillo: rezar y coser.
Es a partir de 1812 en las Cortes de Cádiz con la presentación del informe Quintana, cuando se habla de educación para todo el mundo. Aunque “este todo el mundo no incluye a las mujeres” pero “el principio de igualdad acaba cuajando, de forma que cuesta defender la exclusión de un colectivo que comprende como mínimo a la mitad de la humanidad”, Desde el inicio del movimiento que reclama la coeducación, hasta la impartición de la escuela mixta hay que recorrer un camino muy largo de avances y retrocesos. En los comienzos del siglo XX surge un movimiento de renovación pedagógica especialmente importante en Cataluña inspiradas en la pedagogía de Ferrer Guardia y la Escuela Moderna, de escuelas mixtas. Al margen de estas escuelas de vanguardia, la mayoría de las escuelas públicas y religiosas seguían segregando por sexos.
Los avances que se producen en la II República en la Coeducación en la escuela pública sufren un retroceso a partir de 1938, con las leyes franquistas.
A partir de 1970 cundo el régimen franquista empieza a declinar las escuelas públicas se fueron convirtiendo en mixtas, quedaron algunas privadas y religiosas que se mantuvieron al margen y siguieron segregando por sexo, así hasta nuestros días.
La auténtica coeducación nos sigue diciendo Marina Subirats continua siendo una asignatura pendiente en la educación española, “nos queda todavía por delante un buen trecho de viaje y es urgente que lo emprendamos”
Se pregunta nuestra autora “¿Cómo podemos educar a las niñas y los niños para que sean más libres y más felices? Hay maneras de educar que abren puertas, crean posibilidades e incitan a explorar caminos diversos, mientas que otras formas educativas hacen lo contrario: transmiten miedos, prohibiciones y prejuicios y crean individuos que toda la vida tendrán que luchar contra estos, unas veces porque son sus prisioneros y los reproducen y otras porque se sublevan y han de asumir conductas transgresoras para poder desarrollarse adecuadamente. Pero siempre con sentimientos de culpabilidad y a costa de un esfuerzo inmenso”
“Gran parte de estos temores y culpabilidades surgen de la transmisión de los géneros que se hace a los niños y niñas.”
“La jerarquía más antigua y más permanente en la historia de la humanidad es la que se ha establecido entre hombres y mujeres, y por desgracia todavía no hemos conseguido librarnos de ella”
“Es necesario que las jerarquías sean disueltas, sobre todo cuando no se basan en una superioridad real. Las jerarquías construidas sobre prejuicios dañan mucho a las sociedades humana”
Lo que hasta mediados del siglo XX en la forma de actuar diferente de los hombres y mujeres se atribuía a la naturaleza hoy sabemos que es producto de la cultura. Existen dos realidades diferenciadas, el sexo, dotación natural que determina que una persona sea macho o hembra, es decir que órganos sexuales tendrá; y el género, que es el modelo cultural que la sociedad atribuye como propio de los hombres y mujeres.
“La interacción entre sexo y género es constante desde el nacimiento y aún nos cuesta saber exactamente qué características de unas personas se pueden atribuir a uno u otro factor.
El quid radica en modificar los géneros , es decir, los modelos que consideramos apropiados para el comportamiento de una mujer o de un hombre. Sobre la cultura sí que podemos actuar. Estos modelos son transmisores de características que limitan las posibilidades de las generaciones futuras y que perpetúan una jerarquía entre los sexos que supone una forma de dominación.”
“Por eso podemos distinguir entre unas características generales de cada género, que a menudo denominamos estereotipos y unas formas de comportamiento que se deben a la personalidad individual y a las variaciones sociales. Ello explica por qué no todas las mujeres somos iguales, sino muy diversas y lo mismo pasa con los hombres, aunque partamos de un modelo diferenciado en función del sexo”
Los estereotipos de género transmitidos en el pasado han quedado obsoletos en el siglo XXI, “hoy urge trabajar y cambiar los modelos de género” porque han cambiado nuestras necesidades, la reproducción de los mismos conlleva graves inconvenientes para las nuevas generaciones ”
“El aspecto más nocivo que inculca el género femenino vigente es el que en términos humanísticos, podríamos considerar como un don valioso y que en cambio acaba constituyendo la amenaza más real para la vida de las mujeres. Es justamente, su capacidad de darse por amor, de vivir parra hacer feliz a los demás.Don maravilloso, pero a todas luces peligroso si no existe una reciprocidad. Porque entonces se convierte en un intercambio desigual que enriquece la vida de las otras personas, pero que empobrece la de las mujeres.”
“La trasnsmisión del género masculino, tal y como se concibe hoy, presenta inconvenientes muy importantes para los niños. Los obliga desde la infancia, a adoptar actitudes agresivas, a renunciar a las emociones de ternura y de identificación con las otras personas”
“No se trata de educar a los niños como niñas, sino de eliminar aquellos aspectos de su socialización que son perniciosos y de compensar todo lo que ha sido negado o mutilado, dejando que su naturaleza se desarrolle de una manera espontánea, sin intentar imponerle unos comportamientos y un modelo de hombre que ya es obsoleto.”
Por tanto los objetivos de la coeducación hoy son transmitir los conocimientos que cada generación va necesitando en función de los cambios que se van produciendo. No se pueden seguir perpetuando conocimientos de hace cuarenta años. El sistema educativo tienen que reciclarse
“Es necesario que el sistema educativo vaya construyendo un tratamiento diferente de los géneros. Es desde las escuelas y desde las universidades, precisamente por su función de transmisión de las actitudes, hábitos, conocimientos y valores que se consideran correctos, desde donde hay que repensar los géneros y la manera de transmitirlos”
No basta con aprobar una ley para que las cosas cambien, y menos en el momento evolutivo en que se encuentra la igualdad en el ámbito educativo. Nos hallamos en una etapa mucho más sutil: formalmente ya existe la igualdad. Para muchas personas, profesorado incluido, ya existe plena igualdad entre niñas y niños en la escuela, por lo cual la coeducación ya está plenamente conseguida. La realidad es que no es así, estamos muy lejos de la igualdad real, sigue habiendo un conjunto de hábitos y de estereotipos incrustados en la cultura y el comportamiento de las personas, y son precisamente estos hábitos y comportamientos que nos pasan inadvertidos los que hay que descubrir y erradicar de nuestro sistema educativo”.
Marina Subirats propone una metodología. que llama de Investigación-Acción para avanzar en la coeducación en los centros educativos, sobre todo en una serie de ámbitos en los que hay que introducir cambios como son:
- La ocupación y el uso del espacio por parte de niños y niñas: deportes, juegos y juguetes
- El lenguaje en los diversos ámbitos escolares
- Revisar los saberes que se transmiten en Cuentos, libros de texto, currículos.
Propuestas muy interesantes de Subirats que plantea modificaciones, para combatir el androcentrismo en nuestras escuelas.
Por último, nos sugiere orientar a las nuevas generaciones de la competición a la cooperación, de la violencia al amor.
“En la actualidad es crucial rebajar los grados de competitividad, disminuyendo la violencia y la agresividad que se está exigiendo y transmitiendo a los niños y a los chicos, no sólo mientras practican deporte o en cuanto al acoso escolar, sino en todos los ámbitos de la cultura escolar.
Tenemos que orientar a las nuevas generaciones en la actitud opuesta: la cooperación, el trabajo en equipo, el respeto y la empatía. Y para hacer ese giro en el sistema de valores, podemos tomar como modelo muchos de los elementos típicos de la conducta femenina. No porque las mujeres seamos mejores que los hombres, pues no somos ni mejores ni peores. Pero estás claro que la actual etapa de nuestra historia demanda urgentemente unos cambios que pongan por delante el respeto y el cuidado de la vida y el trabajo en común, más que el conflicto y la violencia”
Concluye la autora “Desde este compromiso, podemos descubrir en los valores tradicionales de las mujeres una inmensa riqueza de actitudes colaboradoras y altruistas, valores que tienen que ser reconocidos como universales, como propios de la especie humana, y transmitidos también a los niños y los hombres del futuro. Estoy convencida de que la coeducación es, en este momento la enorme herramienta de que disponemos para conseguirlo”
Podemos constatar como educadoras que desde 2017, fecha en la que se publicó el libro hasta la fecha actual no sólo no hemos avanzado en materia de Coeducación, sino que hemos retrocedido a épocas pasadas. Es urgente recuperar los avances conseguidos y continuar el camino que propone Marina Subirats desde una perspectiva feminista, para conseguir una igualdad plena.
¡Me gusta! Gracias por la reseña y la recomendación.